Los padres en la relación con sus hijos desarrollan un estilo educativo. Éste se da en función del temperamento de los padres, la experiencia de cómo han sido educados y “la moda educativa” en ese momento. El estilo afecta a la convivencia familiar, en la que a veces se generan conflictos. La terapia familiar asesora y trabaja en la resolución de estos conflictos, valorando el estilo educativo, los valores familiares, las características de los padres, de los hijos, la etapa evolutiva, etc. Algunos de los temas que se abordan son los problemas de comunicación, de comportamiento, la rebeldía, los hábitos, y otros temas frecuentes en determinadas etapas evolutivas (como en la adolescencia “la sexualidad”, “las drogas”, “las adicciones a las nuevas tecnologías”, etc).