Los trastornos adaptativos se dan por una reacción de desajuste a una o más situaciones psicosociales vividas como estresantes por la persona (como una separación, problemas familiares, cambios de casa, cambios de escuela, enfermedades, procesos migratorios, etc.). Aparecen unos síntomas emocionales y comportamentales durante los tres meses siguientes al inicio del suceso que generan un malestar superior al esperado por el mismo. Este malestar comporta un grave deterioro en áreas del individuo como la académica, la laboral y/o la social.

Son de utilidad la terapia centrada en la expresión de las emociones, las técnicas de relajación, la resolución de problemas y la reestructuración cognitiva. Estas técnicas son modificadoras de las conductas desadaptadas.