La depresión es el trastorno del estado de ánimo más frecuente. Afecta al organismo, al ánimo y a la forma de pensar. Altera la forma en que una persona come y duerme, a su autoestima y a cómo se valora uno mismo. No es un estado pasajero de tristeza, es una enfermedad que se evidencia en el individuo porque se siente triste, decaído emocionalmente, pierde interés por las cosas que antes disfrutaba y progresa afectando a los pensamientos, los sentimientos, la salud física y la manera de comportarse. La depresión interfiere notablemente en la vida del individuo, en la capacidad de trabajar, de relacionarse socialmente y de disfrutar de su tiempo libre.

Terapia psicológica para la depresión

Antes de iniciar el tratamiento es necesaria una evaluación clínica. Una vez tenemos la certeza de que se trata del síndrome depresivo, el tratamiento combina técnicas conductuales, como la programación de actividades y la asignación de tareas graduales, con técnicas cognitivas, como el entrenamiento en observación, el registro de cogniciones y la ayuda para cambiar los estilos cognitivos asociados a la depresión. Las tareas para realizar en casa son de utilidad para consolidar las habilidades entrenadas y dan al paciente la satisfacción de los objetivos logrados.