La Fobia Social se caracteriza por la aparición intensa de ansiedad junto con una consciencia exagerada de uno mismo en situaciones sociales de la vida cotidiana. Las personas con fobia social tienen miedo intenso, persistente, y crónico de ser observadas y juzgadas por los demás y de hacer cosas que puedan parecer ridículas. Se pueden sentir preocupadas durante días o semanas ante de una situación que les produce temor. Este miedo puede tornarse tan intenso, que interfiere con su trabajo, estudios, y demás actividades comunes, y puede dificultar el hacer nuevas amistades o mantenerlas. Aunque las personas con fobia social son conscientes de que los miedos de estar con la gente son excesivos o irracionales, son incapaces de superarlos. Incluso en el caso de que logren enfrentar sus temores y logren estar rodeadas de otras personas, con frecuencia se sienten muy ansiosas de antemano, se sienten muy incómodas durante el encuentro, y se preocupan durante muchas horas después de la situación acerca de cómo fueron juzgadas por los demás.

La fobia social se puede limitar a una sola situación (tal como preguntar algo a la gente, comer o beber, o escribir en una pizarra en frente a los demás), o puede ser tan amplia (como en el caso de una fobia social generalizada) Los síntomas físicos que acompañan con frecuencia a la fobia social incluyen enrojecimiento, transpiración intensa, temblor, náuseas, y dificultad para hablar. Cuando estos síntomas ocurren, las personas con fobia social sienten que todas las personas los están mirando. Los pensamientos de las personas con fobia social cuando se encuentran con otras personas suelen ser: "No tengo nada interesante que decir","No les caeré bien. Pensarán que soy aburrido". "Ahora mismo soy el único que se siente apurado", "Si alguien supiera como me siento pensaría que soy un pringado", "Todo el mundo se da cuenta de lo nervioso que estoy. Estoy haciendo el ridículo", "Los demás son superiores a mí", "soy el único que no sabe que decir".