La familia tiene un carácter dinámico que está en constante evolución. La familia y sus miembros pasarán por distintas etapas que implican adaptaciones y cambios en las relaciones interpersonales para superar con éxito esas transiciones. Algunas de estas son: nacimientos, emancipación de los hijos, muertes, enfermedades, jubilación... La buena adaptación a estos cambios implica salud física y mental. El psicólogo potencia los recursos personales y familiares, para volver a equilibrar la vida en familia al llegar a estas etapas.