EDUCAR O DOMESTICAR

Fuente: "Amame para que me pueda ir" J. Soler; M. Mercé)

"Con el viejo principio de la recompensa y el castigo se pueden domesticar niños, pero no educarlos" Maria Montesori.

Educar en libertad significa acompañar a nuestros hijos en el pensar, sentir y vivir, mostrándoles los diferentes aspectos de la vida y explicándoles que casi siempre existen alternativas, que pueden elegir y que ésta libertad supone asumir responsabilidades, pagar precios y dejar unos caminos para seguir otros.

Al plantearnos la educación de un hijo no debemos olvidar que éste no es un simple espectador. Nuestro hijo deberá ser el narrador de sí mismo, y por lo tanto, su educación debe tener como finalidad fomentar su autodependencia, sentido critico y criterio y la capacidad de asumir el control de su propia existencia y dirigirla con sentido. Nuestra tarea como educadores debe basarse más en la influencia que en la obediencia.

Lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es proporcionarles recursos para que puedan ir inventando su vida constantemente y de forma creativa. Ellos van a convivir con personas que tendrán valores y objetivos diferentes a los soyos y que aplicarán estrategias distintas para enfrentarse a las dificultades.

Por lo tanto, es esencial educar su sentido critico, y proporcionarles unos valores personales solidos que los capaciten para el diálogo, la tolerancia, la solidaridad y la búsqueda de soluciones creativas a los problemas que se les presenten, sin dejar de ser ellos mismos.

Reflexión del hijo hacia sus padres: (Maturana);

                           EL MUNDO DE VUESTRA VERDAD PUEDE SER MI LIMITACIÓN

                                        VUESTRA SABIDURÍA, MI NEGACIÓN

                                      NO ME INSTRUYÁIS, CAMINEMOS JUNTOS

 

 

 

 

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