CONSTELACIONES FAMILIARES. LA SANACIÓN VIENE DESDE AFUERA

CONSTELACIONES FAMILIARES

 

Texto extraido de Daan Van Kampenhout

Las constelaciones familiares fueron desarrolladas por Bert Hellinger como parte de su trabajo sobre soluciones sistémicas.

Una constelación es una manera de tratar los efectos negativos de los acontecimientos desorganizadores de la historia de una familia. No es una forma de psicoterapia. En la psicoterapia típica, pueden rastrearse las raíces de problemas tales como una imagen negativa de uno mismo y se pueden reformular las experiencias difíciles de la infancia u otros acontecimientos traumáticos. Esto es posible porque la psicoterapia trata con mensajes conscientes o inconscientes que alguien recibió cuando estaba creciendo. Por ejemplo, si la madre le ha dicho a alguien que es estúpido, esa persona recibió el mensaje de que valía poco o nada. Si ese sentimiento se reforzó a través de experiencias negativas adicionales, el resultado es una mala imagen de uno mismo. La psicoterapia puede ser de ayuda aquí. Las constelaciones familiares, sin embargo, no se ocupan de ese tipo de procesos. El trabajo sistémico se interesa por historias y sucesos familiares que la personalidad casi no ha notado, sucesos y secretos a medias que, de algún modo, aún influyen en la calidad de vida y las elecciones del alma. Imaginemos a una mujer que ha perdido dos o tres hijos después del nacimiento de su primer hijo. Años después, su nieta no puede quedar embarazada. Un psicoterapeuta no vería relación alguna entre ambos hechos, pero, en un seminario sobre constelaciones familiares, el facilitador estaría alerta inmediatamente ante una posible implicación sistémica entre la abuela y la nieta. El conjunto de conocimientos lentamente adquiridos al estudiar muchos miles de constelaciones familiares sugiere que acontecimientos tales como las muertes tempranas de los hijos de la abuela podrían ser un importante factor en los orígenes de la infertilidad de la nieta. Inconscientemente, en el nivel del alma, la nieta puede haber tomado para sí el destino de su abuela. Bert Hellinger y otros que utilizan las constelaciones familiares no son los únicos que han hecho tales descubrimientos. Hay distintas escuelas terapéuticas y psicoanalíticas que han descubierto dinámicas similares por medio de su investigación, y se ha aprendido mucho sobre cómo los sucesos importantes en una familia pueden tener efectos negativos en miembros de la familia nacidos dos, tres o más generaciones más tarde. Lo que diferencia a Bert Hellinger es el uso de las constelaciones familiares, las conclusiones que se pueden sacar de ellas y especialmente las intervenciones que desarrolló.

Las constelaciones se hacen en grupos, bajo la guía de un facilitador. Después de una corta entrevista con el cliente, el facilitador determina qué miembros familiares se necesitan para armar una constelación. El cliente elige a los representantes para esos miembros de la familia entre los otros participantes del seminario. Los invita a representar, por ejemplo, a su padre, a su madre, a su hermana y a dos hermanos. También elige representante para sí mismo. Los que son invitados a representar a miembros de la familia del cliente se pueden negar a hacerlo, pero generalmente se muestran dispuestos a ayudar. Entonces el cliente arma la constelación. Sin hablar, coloca a los distintos representantes uno por uno en la habitación del grupo. Cuando los representantes están ubicados, experimentan sensaciones claras y precisas. El hermano menor puede sentirse cercano a su padre y experimentar puro odio hacia su hermano mayor. La hermana puede sentirse distante, no se siente parte de la familia en absoluto. La madre puede sentirse tan cansada que no puede mantenerse parada y literalmente cae al piso después de dos minutos. A menudo el cliente que ha armado la constelación se asombra ante la forma en que reaccionan los representantes. La hermana verdaderamente andaba siempre por su lado, apenas interesada en los otros. La madre estaba siempre quejosa y cansada. El hermano menor y el mayor se odiaban, pero el menor se llevaba bien con su padre. Tales sentimientos de los diferentes miembros de la familia no han sido comentados en la entrevista del facilitador con el cliente; por el contrario, las historias acerca de qué sentía cada uno, cómo éste juzgaba al otro, siempre se omiten. Solamente se da importancia a los acontecimientos reales, no a la historia y mitos familiares sobre ellos. ¿Quién murió y cómo? ¿Con quién tuvo una relación significativa o se casó? ¿Quién tuvo un accidente, fue excluido o tuvo algún otro destino difícil? Durante la constelación, el facilitador estudia el lenguaje corporal y las reacciones de los representantes para entender las dinámicas que operan en la familia.

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